Un punto de fuerza. Un nudo de colores que reúne caminos, tiempos y memorias.
Cada hilo fue tejido a mano, con hilo encerado, resistente al agua y al paso del tiempo. Su diseño ancho la convierte en una pieza de presencia, para muñecas que caminan libres, que cargan historias, que abrazan la vida sin miedo.
Desde la ruta y el silencio, desde la libertad de crear sin moldes, Cuzco nació sin prisa. Como todo lo que tiene sentido.
